Los gnomos son una raza diminuta, amante de la mecánica e ingeniería que vive bajo tierra. Durante la Segunda Guerra, fueron los encargados de construir los vehículos que sirvieron a la Alianza para combatir a La Horda. Sin embargo este desarrollo que han alzancado ha ido en detrimento de su capacidad física, ya que los gnomos son muy débiles en fuerza. El ejemplo más claro de esto es que su ciudad, Gnomeregan fue invadida por lostroggs que la atacaron y esclavizaron a sus ciudadanos. Los supervivientes refundaron su actividad en Ironforge y son conocidos como los Exiliados de Gnomeregan. En Kalimdor, la mayoría de gnomos están localizados en Bael Modan, en los Baldíos

La sociedad de gnomos es bastante meritocrática, su avance está basado en las aplicaciones y mejoras que construyen de manera que es común ver cómo se relacionan gnomos de todas partes del mundo para crear proyectos. La raza gnoma tiene una habilidad racial propia que aumenta sus habilidad en Ingenieria y son ellos los grandes maestros que enseñarán, junto a losgoblins las más altas fórmulas para esta profesión.
Los Gnomos son una diminuta y simpática raza de pequeños humanoides que viven bajo tierra. No se conoce mucho de su historia (ni siquiera ellos mismos recuerdan mucho de ella), puesto que, a diferencia de los enanos, no son muy dados a inquirir en el pasado, dado que la principal preocupación y actividad dentro de su pequeña sociedad consiste en el avance tecnológico. Y es que de todas las razas de Azeroth, los Gnomos se caracterizan por ser la más avanzada no solamente a nivel científico, sino también político e intelectual. Con fama de excéntricos, brillantes y a veces alocados inventores, su vida se caracteriza por la construcción de grandes maravillas e ingenios tecnológicos que van más allá de la imaginación de cualquier ser de otra raza.
Los Gnomos fueron “descubiertos” por los Enanos unos 200 años antes de la actual Cruzada Ardiente, pero existen registros de que algunos gnomos interactuaron con humanos y altos elfos, hará casi 850 años, en el continente de Lordaeron, en Tirisfal Glades. Según la historia, un explorador enano encontró una pequeña villa de gnomos, y se halló muy sorprendido al darse cuenta de que estos ya habían descubierto la pólvora, y que, de hecho, habían logrado automatizar toda la villa y habían creado innovaciones tan sorprendentes (y algunas, ridículas) como las gallinas mecánicas. Pronto iniciaron los intercambios comerciales y tecnológicos entre ambas razas, que fueron creciendo en amistad y cooperación, hasta que los enanos ofrecieron a los gnomos construirles una ciudad capital en las faldas de la montaña Ironforge, que los gnomos posteriormente se encargaron de “acondicionar” con todas sus creaciones y adelantos tecnológicos.
Fue así como nació Gnomeregan. Casi inmediatamente a la finalización de la construcción de Gnomeregan, inició la Guerra de los Tres Martillos. Gnomeregan fue el centro de la actividad de los gnomos a partir de ese momento. En ella, los gnomos elaboraron complicados y maravillosos adelantos que retaban la imaginación, cada uno superado solamente por el siguiente adelanto surgido de la mente brillante de un inventor o ingeniero. Finalizada la Guerra de los Tres Martillos, los Gnomos volvieron a tener contacto con los nuevos gobernantes de Ironforge, la Casa Bronzebeard. Como compartían con los enanos su amor por la ingeniería y los designios mecánicos, rápidamente los enanos entraron en contacto con las invenciones de los gnomos. Cuando estalló la Segunda Guerra entre la Horda y la Alianza, los Gnomos ingresaron en la coalición aliada junto a sus amigos los Enanos, y construyeron vehículos de guerra y de transporte de aire, mar y tierra (entre ellos, tanques de vapor, submarinos y los asombrosos girocópteros), que rivalizaban en calidad y poder con los destructivos inventos de sus rivales, los Goblins, aliados con la Horda. Durante la Tercera Guerra, contra la Legión Ardiente, y extrañamente para sus aliados humanos, enanos y elfos, los Gnomos rehusaron tomar parte en ella, pero enviaron sus increíbles tecnologías con sus hermanos Enanos. Luego de finalizada la guerra, se reveló que Gnomeregan, su amada tecno-ciudad, había sido invadida por los troggs, una raza primitiva de humanoides que había despertado en lo profundo de las cavernas donde se hallaba la ciudad. En un intento desesperado por acabar con la amenaza, los Gnomos habían abierto las válvulas de escape de radiactividad de Gnomeregan, pero algo salió mal y la radiación afectó no solo a los troggs, sino también a la mayoría de la población gnoma. Los supervivientes se vieron obligados a escapar hacia Ironforge, donde los enanos les acogieron y les otorgaron un distrito para que la corte gnoma se estableciera: Tinker Town. Los Gnomos, aún dolidos por la pérdida de su ciudad, intentan recuperarla por todos los medios hasta hoy, aunque muchos de ellos se han dedicado a la aventura, acompañando a las razas de la Alianza hacia Kalimdor.


Aún incluso después de la destrucción de su ciudad y la casi aniquilación de su raza, los gnomos siguen siendo criaturas afables y amigables. Se caracterizan por hacer amistades rápida y fácilmente, y los miembros de las otras razas, aunque los consideran excéntricos y con algún “tornillo zafado”, empiezan a verlos con ojos de paternidad.
Actualmente el Mekingeniero Mekkatorque está planeando recuperar definitivamente Gnomeregan para su raza, pasando a ser en el Cataclysm una nueva capital para la Alianza.
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