Los Goblin son pequeños seres verdes (a veces de tonalidad amarilla) con una gran inteligencia aunque a menudo unida a un escaso sentido común.
Los príncipes mercantes gobiernan sobre varios cárteles comerciales alrededor del mundo desde la ciudad de Undermineen la isla de Kezan donde gestionan sus ejércitos y flotas mercantes. A pesar de que su actividad principal es el comercio, disponen de ramas dedicadas a la minería, deforestación, tráfico de esclavos y la caza furtiva.

Emplean vastos equipos de ingenieros que amplían y mejoran la tecnología actual, produciendo artilugios con un gran número de aplicaciones. Están constantemente construyendo y reparando máquinas, así como trabajando en nuevas ideas. Lamentablemente, los goblin alternan su apasionada genialidad con la falta de concentración. Su falta de disciplina implica que muchas de sus creaciones se dejan a medio terminar en cuanto algo nuevo llama su atención. Es por eso que la artesanía goblin se ha labrado una mala reputación por falta de fiabilidad, ya que sus dispositivos goblin son propensos a explotar simplemente porque su creador olvidó colocar una válvula de escape fundamental. Los goblin envidian los inventos de losEnanos de Ironforge relacionados con las armas de fuego, tanto desde un punto de vista comercial como tecnológico. Reconocen que las armas de fuego representan una nueva fuente de poder, y aquel que controle esa fuente controlará el oro - que es, para los goblin, el poder supremo. Afortunadamente para el resto del mundo, los experimentos goblin con en armas de fuego sufren de la habitual dejadez de la raza - y debido a los abundantes fallos en sus experimentos con la pólvora, no son pocas las carreras de muchos goblin aspirantes a ingenieros que han acabado antes de tiempo. Sin embargo su ingenio les ha funcionado en alguna ocasión: sus armas de pólvora tienden a ser poco elegantes pero violentamente explosivas (minas, cohetes y similares).
En lo más alto de su jerarquía, los príncipes comerciales gobiernan sobre los cárteles comerciales goblin en Azeroth. Aunque todos ellos viven todos en Undermine, en la Isla de Kezan, lejos de Kalimdor y de los Reinos del Este, cada uno controla su propia flota comercial y su ejército privado. Cada príncipe tiene el monopolio del comercio en ciertas áreas en la que se especializa, como la minería, la deforestación, el tráfico de esclavos o la caza furtiva. Los príncipes comerciales son los más astutos de su raza y no se detienen ante nada con tal de seguir amasando fortuna y poder (tanto por vías legales como a través del mercado negro, o la traición). Los goblin que se encuentran en Kalimdor y los Reinos del Este son trabajadores independientes, contratistas o a sueldo de los príncipes comerciales de Undermine. Son luchadores tenaces; atacan tanto con ballestas, como armas de fuego (que son en esencia, armas enanas modificaciones) mazas, pequeñas espadas o extrañas armas de fabricación casera para combate cuerpo a cuerpo. Cuando son atacados en sus madrigueras, luchan con sus propias herramientas. Tienen un gran conocimiento de tácticas y estrategias, lo que los hace maestros del asedio. Su amor por las grandes máquinas los hace ideales para ser utilizados como mercenarios para atacar fortificaciones.

Los goblin son astutos en los negocios, y aquelos que crean que pueden llevarles la delantera en una negociación no pueden estar más equivocados. "Engañar a un goblin" significa en el idioma enano "algo que es casi imposible de hacer". Los goblin son también estafadores y timadores consumados. Su misión en el mundo es crear nuevas e increíbles invenciones, que sirvan para aumentar su riqueza, y si es posible dejando un reguero de travesuras por el camino.
Los goblin lucharon con la antigua Horda en la Segunda Guerra, pero abandonaron la relación cuando comprendieron que era más provechoso trabajar para ambas facciones. Sin embargo, muchos añoran la diversión furtiva de esos tiempos y hacen descuentos a la gente de Thrall. Los goblin son los proveedores de transporte casi exclusivos de la Horda, conduciendo sus zeppelines. El caos de la Horda proporciona a los goblin un aliciente para trabajar con ellos más de lo que les puede ofrecer la Alianza. Quizás con la suficiente persuasión, los goblin podrían ser convencidos para volver a unirse a la Horda por primera vez desde la Segunda Guerra (aunque pudiera ser tan provechoso como perjudicial conociéndolos).
Época de guerras
Los goblin encontraron una oportunidad perfecta de hacer negocio y levantar su emporio comercial durante laPrimera Guerra debido a las necesidades creadas a raíz de la escasez producida desde entonces. En la Segunda Guerra, los goblin ya se habían establecido como los principales agentes comerciales de Azeroth. Fue entonces cuando se convirtieron en proveedores exclusivos de la antigua Horda a los que ayudaron directamente realizando misiones suicidas atándose un cinturón de explosivos mientras flotaban con la ayuda de una vejiga de una oveja inflada por detrás de las líneas enemigas. Comercialmente, a través de un embajador orco que se reunió seguramente con el Trade Prince Steamwheedle, se cerró un trato que inclúia máquinas de guerra por oro y tesoros saqueados. El trato parecía perfecto, durante un tiempo, el príncipe mercante pensó que los orcos iban a ganar la guerra así que le pareció natural aliarse con la parte vencedora. A medida que los beneficios inundaban Undermine, los cofres donde guardaban el oro se iban quedando pequeños. Pronto ampliaron su actividad hacia el tráfico de esclavos lo que provocó la repulsa de ciertos goblin que prefirieron mantener su antigua neutralidad y dejar de proveer exclusivamente a la Horda. Finalmente, el príncipe mercante se dio cuenta de su error y abandonó las relaciones con la Horda lo que provocó que la raza haya permanecido neutral hasta la actualidad. El secreto no era tomar parte en favor de una facción ya que era más beneficioso proveer a ambas partes del conflicto para que se enfrentaran entre ellas. Al final de la Tercera Guerra los goblin proveyeron armamento, vehículos y arteros servicios tanto a la Horda como a la Alianza. Pero esto no habría de durar para siempre...

Antiguedad
Los goblin, a pesar de que pueblan diversos lugares del mundo, fueron durante mucho tiempo criaturas reclusivan que huían del contacto con otras razas. Hace tiempo, los únicos goblin conocidos eran los nativos de la Isla deKezan, pero no mostraban ningún signo de la inteligencia que poseen actualmente. Originalmente fueron esclavos de los trolls de la jungla en la Isla de Kezan, donde vivían obligados a explotar las minas en las entrañas volcánicas del Monte Kajaro. Su pequeño tamaño era ideal para llegar a los lugares más recónditos y peligrosos donde los trolls se negaban a ir. Allí se encontraba un extraño mineral llamado kaja'mite, que los trolls utilizaban para sus rituales vudú.
Sin embargo tuvo un efecto inesperado sobre los esclavos que estaban en constante contacto con él: la kaja'mita generó una nueva perspicacia e inteligencia alarmantes en la raza goblin. Tras crear sus propios y poderosos artefactos de ingeniería y alquimia en secreto, los goblin pronto derrocaron a sus opresores y reclamaron Kezan como suya, declarando Undermine como su capital.
Los goblin expandieron rápidamente sus conocimientos sobre tecnología creando las primeras máquinas de vapor de Azeroth. Los rumores apuntaban a que su tecnología era más avanzada que la de los enanos. Surgieron entonces maestros que se especializaron y comenzaron a vender sus bienes en grandes mercados.
Sin embargo sus artefactos no servían de mucho sin el poder del kaja'mite que rápidamente fue agotándose en su localización original y llegó a un punto en que su escasez se volvió crítica. Desesperados, los goblin se expandieron por todos los rincones del mundo buscando nuevos depósitos de mineral. Desafortunadamente, durante los siguientes cientos de años su búsqueda resultó infructuosa y sin kaja'mite, la inteligencia de los goblin empezó a resentirse, siendo incapaces de producir su brillante tecnología o siquiera de mantenerla en buen estado. Su trabajo empezó a degenerar hasta alcanzar el punto de rudeza que presentan hoy día.
El mundo empezó a tener miedo de usar sus máquinas ya que frecuentemente explotaban, por lo que sus ventas se resintieron. Dado que a los goblins siempre les había gustado el dinero, no dudaron en reinventar el concepto de negocio de venta y, doscientos años antes de la Primera Guerra se crearon las Flotas comerciales que partían de Kezan hacia el resto de Azeroth.
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